El parlamento danés y el austriaco han ratificado hoy el Tratado de Lisboa. Este hecho se ha convertido en algo tan natural (y qué ya se da por sentado) que ni siquiera la Comisión Europea lo tiene entre sus titulares del día. Sí que fue noticia que el parlamento francés lo ratificara por una amplia mayoría teniendo en cuenta que los franceses ya se pronunciaron sobre el tema en el referéndum realizado sobre la Constitución Europea y dijeron claramente que no.
Los políticos europeos tratan de convencer al pueblo de que el T
ratado de Lisboa no es la Constitución y que por este motivo, son los parlamentos nacionales los encargados de ratificarlo. De hecho, no se molestan en explicar en qué consiste a los ciudadanos. Simplemente se ratifica y se sigue adelante. Por otro lado, los parlamentos nacionales son la representación democrática del pueblo por lo que les corresponde la ratificación. El único país que continúa pretendiendo realizar un referendo es Irlanda.
Las mejoras con el Tratado, especialmente en lo que se refiere al funcionamiento de las instituciones europeas, son claras. Entonces, ¿por qué los países en los que tradicionalmente se ha realizado un referéndum para las cuestiones de estado no lo hacen ahora? La opinión pública lo tiene claro. Tienen miedo al pueblo y especialmente, a una sociedad mediatizada. Sin embargo, desde Europa se calman los ánimos y se explica que siempre se ha hecho así. Qué ningún otro Tratado fue sometido a referéndum. La siguiente pregunta es, por tanto, por qué sí que se hizo con el Tratado Constitucional Europeo. Además, las diferencias entre Tratado de Lisboa y Constitución no son tantas. Son más bien de forma que de contenido. ¿Por qué uno sí y el otro no?
Con Dinamarca y Austria, ya son diez los países que han ratificado el Tratado de Lisboa y los críticas de los defensores del referéndum parecen ahora un recuerdo lejano, cómo de otra época.
Para más información se puede consultar el enlace: Tratado de Lisboa, llevando a Europa al s. XXI.
ratado de Lisboa no es la Constitución y que por este motivo, son los parlamentos nacionales los encargados de ratificarlo. De hecho, no se molestan en explicar en qué consiste a los ciudadanos. Simplemente se ratifica y se sigue adelante. Por otro lado, los parlamentos nacionales son la representación democrática del pueblo por lo que les corresponde la ratificación. El único país que continúa pretendiendo realizar un referendo es Irlanda.Las mejoras con el Tratado, especialmente en lo que se refiere al funcionamiento de las instituciones europeas, son claras. Entonces, ¿por qué los países en los que tradicionalmente se ha realizado un referéndum para las cuestiones de estado no lo hacen ahora? La opinión pública lo tiene claro. Tienen miedo al pueblo y especialmente, a una sociedad mediatizada. Sin embargo, desde Europa se calman los ánimos y se explica que siempre se ha hecho así. Qué ningún otro Tratado fue sometido a referéndum. La siguiente pregunta es, por tanto, por qué sí que se hizo con el Tratado Constitucional Europeo. Además, las diferencias entre Tratado de Lisboa y Constitución no son tantas. Son más bien de forma que de contenido. ¿Por qué uno sí y el otro no?
Con Dinamarca y Austria, ya son diez los países que han ratificado el Tratado de Lisboa y los críticas de los defensores del referéndum parecen ahora un recuerdo lejano, cómo de otra época.
Para más información se puede consultar el enlace: Tratado de Lisboa, llevando a Europa al s. XXI.
Pie de foto: La UE en el mundo. Comisión Europea
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