La liberalización de los servicios postales ha supuesto toda una revolución en ciertos países europeos. Los españoles sin embargo casi no nos hemos enterado de la noticia. El Parlamento Europeo publica en su página web una carta de un cartero español, que emigró hace años a Bélgica y que ahora trabaja en la oficina de correos que se encuentra en el interior del mismo Parlamento. Cómo espectador de primera fila de esta liberalización, decide escribir a su primo que vive en Alicante y que también es cartero para explicarle los cambios que se van a producir en el servicio de correos europeo.
Juan ha prestado su carta al Parlamento Europeo y yo os la reproduzco aquí. No creo que pueda explicar mejor que Juan la liberalización de los servicios postales.
Juan ha prestado su carta al Parlamento Europeo y yo os la reproduzco aquí. No creo que pueda explicar mejor que Juan la liberalización de los servicios postales.
"Querido José,
Siento no haberte escrito en tanto tiempo. Creo que la última vez que nos vimos fue en la boda de la prima María, hace dos años (y por lo que sé, ya tiene un niño).
Esta vez te escribo porque quería contarte algo que pasó aquí en el Parlamento Europeo hace algunos días, el jueves 31 de enero, que estoy seguro de que te va a interesar. Puede que ya sepas que los eurodiputados votaron la apertura de los servicios postales a la competencia, en la que se incluirán todas las cartas que pesen menos de cincuenta gramos (supongo que entonces todas las mías... no suelo extenderme mucho, es verdad).
Bueno, a lo que iba: me acordé mucho de ti cuando algunos de los eurodiputados dijeron estar preocupados por los 5,2 millones de personas que trabajamos en el sector (parece mentira todos los que somos, ¿verdad?). Lo que sí es seguro es que es una noticia que nos interesa, y que supondrá cambios en los servicios de correos, que según dijeron en el debate mueven anualmente 88.000 millones de euros en toda la Unión Europea. ¡Entre todos entregamos 135.000 cartas al año! Para que algunos digan que no trabajamos tanto...
Es posible que, como yo, hayas pensado en el tío Pedro. A mi también me preocupó que pueda tener problemas para recibir el correo en el pueblo, sobre todo en invierno, con lo que nieva... yo incluso pensé que a lo mejor iba a tener que pagar más ahora por mandarnos sus postales. Menos mal que me han explicado que los eurodiputados también lo pensaron, y se han asegurado de que se garanticen cinco entregas semanales en todos los lugares.
Además, también quieren que los sellos cuesten igual a todos los sitios dentro del mismo país, así que tampoco nos va a salir más caro mandar a Naira una felicitación de navidad a Tenerife. Tendrá que costar lo mismo que si se la mandamos a Manolo a Gijón. Se lo oí decir en diciembre al diputado que ha hecho el informe del Parlamento Europeo, un alemán del Partido Popular Europeo que se llama Markus Ferber. Dijo que "con las nuevas normas seguiremos pudiendo mandar cartas a lugares remotos estando seguros de que serán entregadas". Y eso no es lo mejor: los eurodiputados también quieren que se protejan las condiciones de trabajo de todos los que estamos empleados en los servicios postales.
El debate en el Parlamento fue bastante interesante. Algunos eurodiputados pensaban que liberalizar los servicios postales es una buena idea, pero otros creían que no. Por ejemplo, Brian Simpson, un socialista británico, opinó que la liberalización ayudará a los servicios postales a competir con las nuevas tecnologías, y una austriaca de Los Verdes, Eva Lichtenberger, fue una de las que pensaron en quienes viven en zonas apartadas o en las fronteras exteriores de la Unión Europea.
¿Qué más puedo contarte? Bueno, me falta decir cuándo va a empezar a funcionar todo esto. En la Comisión Europea querían que fuera ya el año que viene, pero aquí en el Parlamento prefieren ampliar el plazo hasta 2011, incluso hay doce países que esperarán tendrán de margen hasta 2013. Así que ya puedes ir contándoselo a tus compañeros, pero aún tenemos que esperar. Las únicas de la familia que no van a notar ningún cambio son las sobrinas Natalia y Ana, se siguen en Suecia y Alemania, porque allí ya tienen un mercado postal abierto a la competencia (en realidad, ya lo tienen en cinco países europeos). Supongo que va a parecerse al sistema por el que se envían los paquetes ahora. Por cierto, recibimos los regalos de Navidad, a los niños les encantaron. Muchísimas gracias.
Tengo que dejarte ya. Espero que te haya parecido interesante. Da un beso a toda la familia de nuestra parte.
Un abrazo, Juán"
Fuente: Parlamento Europeo
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